martes, 13 de marzo de 2012

METAFISICA DE LA REALIDAD: ENTORNO, MEDIO Y MUNDO

1. El entorno o cosas a la vista
Nos encontramos viviendo entre cosas. Las cosas forman nuestra circunstancia. Por lo mismo no nos son extrañas, antes al contrario yo sería nada sin ellas, un yo en el vacío y sin posibilidades de vida. “Yo-y-cosas” conforman una estructura tan estrecha en mi vida que no es exagerado afirmar con Ortega y Gasset que: “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvo yo”. En cierta manera las cosas son parte de mi yo, puesto que las cosas hacen al yo y el yo necesita de las cosas en la interrelación mutua que es la vida. La vida es lo que hacemos y lo que nos pasa en diálogo continuo con las cosas y con nosotros mismos. En este diálogo de yo y cosas se constituye el entorno. Por entorno entendemos el conjunto de cosas que nos rodean y que de alguna manera podemos alcanzar con nuestros sentidos en forma visual auditiva, olfativa, táctil, etc. El entorno llega hasta donde alcanzan nuestros sentidos. Es, en breve definición, el espacio perceptivo. Los objetos inanimados, como una silla, una mesa o una piedra no tienen entorno porque no tienen sentidos que les permitan abrirse a las cosas. Los animales y el hombre tienen entorno, viven necesariamente en él. La amplitud del entorno depende de la acuidad y alcances de los diversos sentidos. No se puede negar que en diversas especies animales existen sentidos más desarrollados que en la especie humana, pero, en conjunto, en el hombre existe una mayor armonía y, en todo caso, puede ampliar su limitado espacio perceptivo enormemente mediante la construcción de sofisticados aparatos como el microscopio y el telescopio. Además la mayor movilidad de la especie humana hace que acumule ricas experiencias de diversidad de entornos. Porque el entorno nunca es fijo, sino que cambia en la medida en que se desplaza su centro, el animal o el hombre. El entorno es todo lo que no soy yo y este todo circundante está compuesto por cosas que no ha hecho el hombre, como montañas, ríos, árboles; por cosas hechas por el hombre, como casas, caminos, artefactos, etc.; y, finalmente, por otros como yo con los cuales convivo en sociedad. Se puede hablar, entonces, de un entorno ecológico o natural, de un entorno técnico o artificial y de un entorno social.

La problemática actual acerca del entorno es muy preocupante. Nuestra civilización técnica se caracteriza por un manejo agresivo de la técnica que destruye la naturaleza o la aleja cada día más del hombre urbícola. Pero, además, en estas colmenas de cemento que son nuestras grandes urbes, el entorno social se ha convertido en un modo de vivir masivo con el mínimo de relaciones interpersonales. De aquí la necesidad de una reconciliación con la naturaleza que propugnan las corrientes ecologistas hoy en todas las latitudes del planeta y la necesidad de humanizar nuestras ciudades para que el hombre no se pierda en la selva del anonimato, de la soledad, de la insolidaridad, de la agresividad y de la inseguridad que son manifestaciones de un entorno masivo o impersonal.

2. Medio o cosas a la mano

El hombre y el simple animal viven en el entorno medializando ciertas cosas, convirtiéndolas en medios de vida. Entendemos por medio aquel subconjunto de cosas que dentro del entorno sirven para unos determinados fines. Por su referencia a un fin las cosas del entorno adquieren en la vida carácter medial. Sin entorno no habría medio, pero no todas las cosas del entorno son medio. El animal y el hombre pueden estar rodeados de muchas cosas y carecer de medios de vida, por ejemplo, en un desierto.

Existe una diferencia fundamental entre el medio animal y el medio humano: aquél es específico, éste inespecífico. Específico quiere decir que en el caso de los simples animales las cosas que componen el medio están ya prefijadas por razón de la especie a la cual pertenece. El animal, por ejemplo, nace carnívoro o herbívoro, el hombre es omnívoro. En consecuencia, sólo unas pocas cosas del entorno tienen significación para el animal, incluso tratándose de animales superiores. Las más, las que no entran dentro de los fines de la especie, carecen de sentido. Tratándose del hombre, su medio es inespecífico, porque la especie humana a la cual pertenece no limita y determina las cosas del entorno que pueden ser medios de vida.

El hombre puede en principio transformar todas las cosas del entorno en medio. La historia del progreso humano consiste en la progresiva medialización de las cosas del entorno. De aquí que sea la única especie animal que ha podido poblar y vivir en toda la redondez del planeta, en los más diversos climas, en la selva tropical y sobre los hielos de los polos. Porque, como dice el dicho popular, “hasta de las piedras puede sacar pan”.

Este enorme poder de medialización comporta hoy dos riesgos: el consumismo y el pecado de la explotación del hombre por el hombre. El consumismo consiste en la acumulación de medios para su disfrute sin un control racional, lo cual conduce al agotamiento de los recursos naturales. El pecado de explotación consiste en medializar a las personas, instrumentalizarlas, objetivizarlas, es decir, rebajarlas de su dignidad de fin a meros medios para los propios fines.

3. Mundo o la totalidad de lo real


Los simples animales tienen entorno y medio, pero no tienen mundo. El hombre, desde su entorno y medio está abierto al mundo. Esta es la diferencia metafísica que existe entre unos y otros. El hombre es un animal de mundo. La apertura al mundo constituye el acontecimiento metafísico que queremos mostrar. ¿Qué es mundo en sentido metafísico? Entendemos por mundo la totalidad de lo real en cuanto real.
En primer lugar, mundo es totalidad, es decir, todo cuanto hay o existe. El hombre está abierto de suyo a todo, más allá de las pocas cosas que conforman su entorno y medio. El entorno no es para él un horizonte cerrado como lo es para el simple animal. Este está enclaustrado en los estrechos límites de su entorno y medio.

Para una vaca que pasta en un potrero no hay más cosas que las que caen bajo sus sentidos. Nada sabe de cuanto queda más allá, nada desea, nada ambiciona que rompa estos estrechos límites. Vive en la Arcadia del aquí y del ahora sin poderse proyectar a la totalidad del espacio y del tiempo. El hombre, por el contrario, desde un aquí y un ahora puede proyectarse o abrirse a cosas distintas y distantes en el espacio y en el tiempo y por ello es un animal intencionalmente abierto a la totalidad que llamamos mundo. Pero mundo, en segundo lugar, es la totalidad de las cosas en cuanto reales.

La apertura del animal a las pocas cosas que puede conocer es estimúlica o afectante. Para el animal, en efecto, las cosas son tan sólo objetos o realidades exteriores e independientes que le afectan o estimulan y nada más. Está abierto a las cosas estimúlicamente, pero no realmente. Mientras el animal humano conoce las cosas realmente, desuyo. El perro que ladra a la luna es porque ésta le afecta agradable o desagradablemente, pero ahí queda todo. Al hombre también lo estimulan las cosas y se siente estimulado por ellas, pero para él las cosas y él mismo son realidades cuyo desuyo o secreto íntimo puede descifrar. Por esta apertura a la realidad total de las cosas, de todas las cosas, el hombre es un animal de mundo.

Para el animal humano nacer es verdaderamente venir al mundo, es decir, quedar abierto al ámbito trascendental de la realidad. Por ser trascendental dicho ámbito, el hombre es libre “en” la realidad, es una esencia siempre abierta a un más allá y por ello un animal metafísico. La metafísica es algo que acontece en nosotros mismos, no algo extraño. Es lo que queríamos mostrar.

ACTIVIDAD

Responda a lo siguiente y envíelo en un archivo al e-mail filopedrojdj@hotmail.com

1. Explique en qué consiste el entorno, el medio y el mundo.
2. ¿Por qué el hombre y el animal tienen entorno y no lo tienen los objetos materiales?
3. ¿Qué diferencia hay entre el medio de un simple animal y el medio humano?
4. ¿Por qué los simples animales son ametafísicos?
5. Disñe y realice un ideograma (dibujo) en que aparezcan las relaciones existentes entre estos cuatro conceptos: entorno, medio, mundo.

1 comentario:

  1. El mismo taller que dejan en mi colegio Divino Salvador (Altamira)me sirvio por esto casi era otro 1.0 cantadito

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