domingo, 13 de febrero de 2011

CONCEPTOS ONTOLÒGICOS O METAFÌSICOS



SER

Para Aristóteles, el ser es aquello más común y general que comparten todas las entidades y cuyos rasgos son universales. Según Aristóteles, el análisis de lo que sea el ser constituye la ocupación central de la filosofía. El objeto de la filosofía (y, en particular, de la metafísica) es, precisamente, analizar el ser.

La noción de ser, estrictamente no puede definirse. Toca, pues, simplemente aclararla. Comúnmente se dice: “Ser es aquello que existe o al menos puede existir”, o aquello que está ordenado a existir, y es en grado máximo indeterminado, simplicísimo, en lo cual convienen todos los seres. También se puede definir por su opuesto diciendo: “ser es lo que no es nada”, definiendo la nada como ausencia de ser.

Propiedades trascendentales del Ser:
- Unidad: Totalidad de un ser
- Verdad: Conformidad de un ser con la esencia a la que pertenece.
- Bondad: Cualidad que hace al ser agradable o útil o eficiente y, por tanto, apetecible por la voluntad.

Clases de seres:
- Ser Necesario: El que se basta a sí mismo y no necesita de otro para existir: El único es Dios
- Ser contingente: El que necesita de otro para ser o existir: todos los seres reales (finitos)
- Ser real: Es todo ser que existe: una persona determinada, un automóvil, este cuaderno..
Ser de razón: Un ser no real, producto del pensamiento, que sólo existe en la mente: centauro.
Ser ideal: Modelo de ser basado en la disposición de los seres: figuras geométricas, números…
Ser posible: Ser no real que puede llegar a ser real: un edificio que se está proyectando en un lote.

PRINCIPIOS ONTOLOGICOS

- Identidad: “Lo que es “es”, lo que no es “no es”. Todo ser es idéntico a sí mismo”.
- No Contradicción: “No es posible que una cosa sea y no sea al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto (simultáneamente)
- Tercero excluído: “Entre dos aspectos contradictorios de la misma cosa o es o no es. NO hay término medio”
- Razón suficiente: “Todo ente ha de tener una razón suficiente de su ser. Nada hay sin razón suficiente”.

ACTO Y POTENCIA

Doctrina metafísica de Aristóteles, según la cual todas las cosas materiales se componen de dos maneras del ser, que son el acto y la potencia. El acto, o entelequia, es la actualidad de una cosa o de un ente y significa realización y perfección, mientras que la potencia es pura posibilidad o capacidad de ser algo.

Lo que cambia pasa de la potencia de ser algo al acto de serlo, de tal manera que la potencia no debe entenderse como si fuera la nada o el no-ser, sino una sustancia precedente que, respecto de la posterior es su potencia.

El ser en acto o actual es el que tiene existencia explícita. El ser actual tiene la existencia de tal manera que no pueda no existir y se llama Ser Actual Necesario. O su existencia es tal que pueda no existir y se llama Ser Contingente o Finito. El ser en potencia o ser posible es el que no tiene existencia explícita sino implícita, es decir, contenida en la existencia de la causa de la cual procede.

ESENCIA

Aquello que hace que la cosa sea lo que es y no otra. Lo que en la cosa se descubre como su primer constitutivo y como fuente de todas las propiedades de la cosa

EXISTENCIA

Aquello que hace que una cosa de tal esencia exista de hecho en la realidad de las cosas. Es la actualización de la esencia.

SUSTANCIA

El fundamento y sobre todo la esencia o entidad de algo. Es aquello que permanece en el cambio- a menos que se trate de un cambio sustancial-, y es lo que propiamente le incumbe a la cosa por naturaleza. Aquello a cuya esencia pertenece estar en sí misma y no en otro como en sujeto.

ACCIDENTE

Término que en filosofía escolástica se aplica a las diversas determinaciones de la sustancia ya existente. Los accidentes son el resto de modificaciones o alteraciones que pueden darse o no en la sustancia, porque no pertenecen necesariamente a su esencia. Algo a cuya esencia compete estar no en sí sino en otro como en su sujeto.

MATERIA

En general, aquello de que están hechas las cosas, tanto las cosas físicas como las que no lo son; por ejemplo, el tema de que trata un libro. En la filosofía aristotélica esta ligada con la noción de Potencia.

FORMA

Figura interna que puede captar la mente y que no se identifica con la forma exterior de un objeto En Aristóteles es el elemento metafísico correlativo de la materia, con la que constituye la sustancia de cada cosa, según la teoría del hilemorfismo: el elemento determinante, de los dos que entran en composición en una sustancia, lo que denomina forma sustancial, se une al elemento determinado, la materia, y el conjunto o compuesto de ambos es la sustancia total. La forma es aquello que determina y precisa la materia de la que está formada un objeto determinado, y siempre debe entenderse en relación con la materia.

CAUSAS

Causa es lo que contribuye de cualquier manera para la producción de algo. La causa, según Aristóteles, puede considerarse bajo cuatro aspectos: como aquello a partir de lo cual algo se produce, la materia de que se hace algo y que la cosa continúa siendo: el sustrato; como la forma, o el logos, la sustancia o esencia que se manifiesta por la definición, el modelo, la idea o el paradigmade la cosa, esto es, el principio organizador y estructurador de la materia que en íntima composición con ella permanece en la cosa; como el agente o el iniciador del cambio, el hacedor, el responsable, el origen; como el fin, la finalidad, el objetivo hacia el cual se orienta la producción, con miras a lo cual se hace algo, el bien de la cosa. La tradición ha dado a estos aspectos de las cosas los nombres de causa material, causa formal, causa eficiente y causa final.

ACTIVIDAD

Proponga ejemplos propios de cada uno de los conceptos ontológicos en los que demuestre su comprensión y aplicación a la realidad.

domingo, 6 de febrero de 2011

ASPECTOS GENERALES DE LA METAFISICA



1. IMPORTANCIA DE LA METAFÍSICA

Siendo Colombia y América Latina una inmensa olla en la que se cuecen problemas a altas temperaturas y presiones violentas, ¿tiene sentido ocuparse de cuestiones metafísicas, supuestamente abstractas? ¿No estamos más bien en la hora del economista, del sociólogo, del político, del tecnócrata? Hacer metafísica hoy ¿no es una manera de perder el tiempo en cosas inútiles o de evadir problemas que como hombres y como pueblos tenemos planteados? ¿No es, acaso, la metafísica cosa del pasado? Ante tales planteamientos no faltará quien se siente tentado de sentenciar: ¡Hay que acabar con la metafísica! Fue cosa de los griegos, de monjes y frailes ociosos, de catedráticos que ayer y hoy viven en las nubes. En todo caso, parece que las urgencias cotidianas y los problemas agobiantes en América Latina hacen innecesaria y hasta inútil la ocupación de temas metafísicos.

Así piensan algunos que confunden lo urgente con lo importante. Es urgente en caso de altas temperaturas bajar la fiebre, pero lo importante y definitivo consiste en buscar la etiología del mal y ponerle remedio en sus raíces. En forma análoga, nuestros problemas psicológicos, sociales, políticos, pedagógicos, etc., tienen unas raíces metapsíquicas, metasociales, metapolíticas, metapedagógicas, es decir, metafísicas, que es importante y necesario descubrir.

El prefijo “meta” significa “más allá de...” lo físico, más allá de lo que se muestra a un primera plano, el fondo y la raíz última de todos los problemas, lo verdaderamente importante. De ahí que Aristóteles llame a la metafísica “filosofía primera” y que le asigne como objeto el estudio del ser en cuanto ser y de todo lo que le compete de suyo, es decir, sus propiedades generales. La metafísica, por consiguiente, no trata de cosas particulares en su concreción particular, sino de la realidad y ser de las mismas en general.

Alguien pudiera pensar que una tal filosofía primera, universal y radical, tiene por objeto algo que queda por fuera del hombre o una mera abstracción. Esta apreciación es un prejuicio muy arraigado en la mentalidad de muchas personas, pero carente de fundamento. Porque la metafísica, antes que una teoría general de la realidad, es un acontecimiento, algo que le acontece al hombre por el hecho mismo de ser hombre. Tal acontecimiento consiste en que el animal humano, a diferencia del resto de los animales, sobrepasa los estrechos límites que a éstos les impone el entorno y el medio para abrirse a la totalidad de lo real en cuanto real, es decir, al mundo. Por dicha apertura a la realidad de las cosas y de sí mismo el hombre es un animal metafísico, a diferencia del resto de los animales que viven ametafísicamente, enclaustrados en el reducido horizonte que les imponen el entorno y el medio.

Además de ser un acontecimiento, la metafísica se constituye en una teoría interpretativa de la realidad y del ser, es decir como filosofía primera y, en cuanto tal, permite la comprensión del hombre como realidad mundanal, en su diferencia metafísica con el resto de los animales y, por lo tanto, puede ayudarnos a la comprensión de nuestros problemas que adquieren perfiles dramáticos a nivel de historia, de cultura, de política, de pedagógica, de ética, de religión, es decir de filosofías segundas.

2. IDEA PRELIMINAR DE METAFÍSICA

Por lo que hace al nombre, este tratado ha recibido varios en el transcurso de los siglos. Así, Aristóteles buscaba una Filosofía Primera en la que estarían radicadas las restantes partes del cuero filosófico o Filosofía segunda. Por tener clara conciencia de que un saber universal y radical no era algo dado o constituido con anterioridad, sino un objeto en cuya búsqueda estaba comprometido, llamará también a su filosofía primera la ciencia que se busca. En realidad, el quehacer metafísico ha sido siempre, en los mejores momentos creadores, una búsqueda de las últimas y efectivas raíces de las cosas.

Ausentes en las obras de Aristóteles, el término Metafísica se debe a Andrónico de Rodas, décimo Escolarca del Liceo, quien en el siglo I a.C., recobió, ordenó y editó las obras completas del Estagirita, que hasta entonces figuras en tratados sueltos. No pareciéndole muy claro el objeto de los tratados de filosofía primera, su tema le pareció análogo al de los libros de física y los colocó, para salir del paso, después de estos últimos. Este rótulo en forma abreviada y sustantivada, pasó a ser el nombre oficial y propio de este saber primero y fundamental. La tradición ha interpretado el hecho de ir después «metá» de la física, en el sentido de un saber que va más allá de la física, o del conocimiento de la naturaleza, en busca de principios y conceptos que puedan explicar el mundo físico.

El nombre más reciente es el de Ontología (ontos – logos), la ciencia o el tratado del ente, o idea del ser. Etimológicamente, estudio del ente, entendiendo por tal lo existente en cuanto existente. Se ocupa de la característica más común de todo cuanto existe, el ser, e intenta responder a la pregunta de qué es necesario para que algo sea o exista y si hay diversas maneras de existir o ser. Nadie antes de Johannes Clauberg (1674) había utilizado dicho término, que encontraría en el siglo XVII gran resonancia y que popularizaría en el siglo XVIII el filósofo racionalista alemán Christian Wolff. En esta forma, el viejo nombre fue desplazado o colocado al lado del nuevo como mero sinónimo.

Si de la interpretación de los nombres pasamos a definir el objeto mismo de la metafísica, nos tenemos que remontar a Aristóteles, padre de la misma. Para éste, el objeto de la filosofía primera es universal, frente a las demás ciencias que estudian aspectos particulares de las cosas. Si bien nos fijamos, vemos que las cosas son esto o lo otro, pero si por abstracción prescindimos de las diferencia, nos quedamos con que son, con el mero ser de las mismas. Algo, en tanto que es, recibe el nombre de ente. Pues bien, como lo expresa Aristóteles, “hay una ciencia que estudia el ente en cuenta ente y las propiedades que le corresponden en cuanto tal”. Tal ciencia es la filosofía primera o Metafísica. En todos los tiempos, la metafísica se ha preguntado por el ser en general y por los primeros principios y causas del ser.

En resumen, la metafísica es la rama de la filosofía cuyo estudio se centra en la naturaleza de la realidad última. Está dividida en la ontología, que analiza los tipos fundamentales de entidades que componen el Universo, y en la metafísica propiamente dicha, que describe los rasgos más generales de la realidad. Juntos, esos rasgos generales definen la realidad que tal vez pueda caracterizar cualquier Universo. Como aquéllos no son definitorios de éste, sino que son comunes a todos los mundos posibles, la metafísica puede alcanzar el mayor grado de abstracción. La ontología, en cambio, como investiga las divisiones últimas dentro de este Universo, está más relacionada con el plano físico de la experiencia humana.

ACTIVIDAD

Escriba un comentario acerca de la importancia y sentido de la Metafísica de acuerdo con lo leído. Además exprese en este escrito cómo podría aplicarla en la realidad actual dando algunos ejemplos concretos.

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